Con un gesto veloz y decidido de sus dedos de pianista, Matilde enciende una cerilla. Una bola de fuego crece y, por un instante, se convierte en fulgor cósmico que ilumina sus ojos enormes y azules, mayestáticos. Julián Sorel se esfuerza en disfrazar su mirada para seguir siendo un león altivo y orgulloso. Embaucado por el olor de la cerilla, que le remueve sensaciones en lo más profundo de su ser y que se mezcla en el ambiente con el perfume delicioso de ella, Julián se halla al borde del precipicio del amor, y sólo su carácter firme le hace detenerse un momento para llevarse la mano a la frente y mirar al vacío.
Fragmento de, Rojo y Negro. Stendhal es un escritor.
Homenaje garmórico a la desternillante sintaxis del loco de Muerte accidental de un anarquista, ésta sí, de Darío Fo.
Fragmento de, Rojo y Negro. Stendhal es un escritor.
Homenaje garmórico a la desternillante sintaxis del loco de Muerte accidental de un anarquista, ésta sí, de Darío Fo.
1 comentario:
Me tendrás que dejar el libro, aunque parece como si ya lo hubiera leído.. cuando acabe con Indro, claro.
Bso
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